El colegio de mis sueños

 No sabría por dónde empezar, así que empezaré desde el principio. Cuando era nena, fui a un escuela que estaba cerca de mi casa, lo más llamativo que me parecía era que, sus baños eran un auténtico cementerio de sillas, habían tantas sillas amontonadas que prácticamente no se podía usar ninguno de los dos únicos baños que habían en el colegio. 


A los 8 años me mudé a España, y una semana después de mi llegada, fui a otra escuela (ahí ellos lo llaman colegio), y no podría decir nada malo ya que tenía todo, comedores amplios, patios amplios de juegos, las clases amplias y con buena ventilación...etc. 


Lo mismo digo cuando pasé al colegio (instituto), lo único malo que podría decir era que los mismos alumnos no respetaban y se comportaban como auténticos animales y lo quemaban todo jajaja, una vez me contaron que quemaron un  basurero por pura "diversión", también los alumnos solían hacer llorar a los profesores o incluso hubo un tiempo en el que los alumnos denunciaban a los profesores por supuestos acosos, cosa que era mentira, los alumnos que solían denunciar tenían muchos partes por mal comportamiento y casi siempre solían ser esos rebeldes que no les importaba nada. He de sincerarme y la verdad es que yo también tuve mi etapa de rebeldía en algún momento de mi vida. Ahora me acuerdo y me enojo conmigo misma, porque si yo hubiese querido, hubiese sido mejor alumna.

Por último, al regresar a Paraguay, tuve que cursar 2° de bachillerato. Este colegio lo tenía todo, los baños eran una cagada, los únicos baños que funcionaban eran los de los profesores, pero ¡como no!, sólo era para profesores, las clases eran amplias, con grandes ventanas, en mi clase, había tres ventiladores y los alumnos nos amontonábamos en unos lugares para recibir el aire de los ventiladores, no había cortinas, así que a la mañana hacía mucho calor, a veces, la clase solía estar sucia y daba grima al caminar ya que la suciedad se quedaba pegada por los zapatos, algo bastante gracioso, porque todos los meses, los padres pagaban por la limpieza. En las cantinas se vendía de todo menos comida sana. Las salas de los profesores tenían aire acondicionado, porque sí, los profesores tienen que tener más comodidad y más derechos que los mismos alumnos.

Para concluir quisiera decir que en Paraguay, hace falta invertir más en educación porque por todo lo que ya conté, me cuesta creer, que a día de hoy, sigamos en las mismas situaciones, supongo que este problema no se da en todos los colegios, pero en mi caso, sí se dio y se nota por las fotos la gran diferencia que hay entre los colegios de Paraguay a los de España. Espero que el día de mañana, las nuevas generaciones juntos con los nuevos profesores, me incluyo, podamos juntarnos y cambiar, al menos, este sector.

Comentarios

  1. Hola Nadia, es muy emotivo tu redacto por la triste realidad del PY, es muy cierto que se debe súper invertir por la educación aquí en nuestro país, esperemos que pronto cambie todo y sea mas completo y ordenado en cuanto a la infraestructura de las instituciones

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